El 7 de febrero de 2008 participe en una Jornadas de Comercio Urbano. De nuevo tuve la posibilidad de comprobar como el comercio tradicional sigue pensando que su enenmigo son las grandes superficies. Es seguro que son la competencia del siglo XXI. Sin embargo, la verdadera competencia de una empresa está en ella misma. Reclamamban la necesidad de tener tiendas urbanas para los consumidores. Está bien reclamarlo de entrada. Pero al final, una empresa ha de ser útil de salida. Son los consumidores quien deciden si lo son o no. Se puede ser necesario e inutil. Entonces ser necesario no sirve para nada. Les he dedicado una e-locubrada. La he titulado Exit.
martes, 4 de marzo de 2008
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